martes, 19 de agosto de 2014

Hamburguesas en nido dulce

Después de estar desaparecida casi un mes, vuelvo a la carga con el blog, la cocina y la rutina productiva.

No me habéis visto el pelo porque la primera semana de agosto estuve... ¡en Londres! Nunca había ido a Inglaterra y tenía muchas ganas de visitarlo. La verdad es que me ha gustado muchísimo más de lo que esperaba, y ojalá pueda volver en un futuro.
Mis compañeras de viaje y yo nos pateamos la ciudad doce horas diarias cada día, y así nos hemos visto a grandes rasgos las cosas más importantes de allí.
También hemos comido un montón, todo hay que decirlo...


la foto es cutre,
pero las vistas eran preciosas!




Después tuve unos días vagos en casa y poco después volví a hacer la maleta para irme con mi familia a Panticosa. Fue una semana de relax, de buena comida francesa y de viajes furtivos más allá de la frontera. ¡Qué bonito es todo! Ya he ido varios años y no me canso de estar allí.


No me digáis que no es bonito. Subimos en telecabina hasta 1900m.

En fin, que me desvío del tema.

En semana y media me voy de casa, me mudo a Bilbao para tener todo preparado para la universidad. Y como no estoy segura de la asiduidad con la que voy a actualizar el blog una vez esté allí, quería aprovechar estos días para subir recetas desde casa. ¡Aunque seguro que allí cocinaré también!


Como llevo todo el mes comiendo mucho y mal, mi cuerpo terminó por ponerse malo, ya que está acostumbrado a alimentos sanos y cantidades más bien ligeras.

Así que traigo una receta rica pero bastante sana (:





Ingredientes

  • 1 calabacín grande (el que he usado yo era un poco más grueso que mi antebrazo).
  • 3 zanahorias medianas.
  • Aceite.
  • Azúcar.
  • Hamburguesas (el nº depende de los comensales. Yo he hecho para 3 personas).
  • 3 pimientos verdes medianos.
  • Sal.

Preparación

Le quitamos los bordes al calabacín, lo pelamos y cortamos en rodajas finas. Repetimos la operación con las zanahorias, ponemos una sartén grande al fuego con un poco de aceite al fondo, y una vez caliente sofreímos las verduras.
Cuando empiecen a estar un poco doradas, bajamos el fuego a medio, espolvoreamos una cucharadita de azúcar y mezclamos. Hacemos esto un par de veces en los siguientes 10 minutos, y ponemos el fuego bajo.
Echamos otra cucharadita de azúcar y dejamos que repose en la sartén para que los calabacines se pongan tiernos. 
Cuando estén listos, retiramos del fuego.

Nota: cuanto más lo tengáis en el fuego, más se reducirá... no tengáis miedo de llenar una sartén grande al principio; luego se queda en nada.

Mientras tanto, cortamos los bordes de los pimientos. Si son muy largos, como los míos, los cortamos por la mitad a lo largo, y después cada parte la cortamos por la mitad para dejar al descubierto el interior. Quitamos la membrana blanca y las pepitas.
Si vuestros pimientos no son largos, después de quitarles los bordes basta con abrirlos y sacar lo de dentro. 

En la misma sartén ponemos las hamburguesas con un poco de aceite y las rodeamos de los trozos de pimiento. Echamos un poco de sal y freímos despacio hasta que los pimientos estén listos y las hamburguesas, doradas.

Quitamos del fuego, preparamos un lecho de calabacín y zanahoria en el plato y servimos encima la hamburguesa con los pimientos.


¡Listo!





La verdad es que yo no soporto la carne picada (ni salchichas de carnicería, ni hamburguesas, ni albóndigas...), pero a mis chicas les gusta, así que suele haber en casa.





Por cierto, como mi hermana pequeña no es muy fan de las verduras, le he añadido arroz a su plato. Ya estaba cocinado y sólo lo he pasado por la sartén para calentarlo y que cogiera un poco de sabor de la carne y los pimientos.

Hay mil variaciones que podéis hacer.





 ¡Espero que os haya gustado! (:





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